El Dr. Ramírez asistió a la escuela de medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara en Guadalajara, México. El Dr. Ramírez realizó su entrenamiento en Neurocirugía en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en la Ciudad de México
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La cirugía de la pituitaria es una operación que se realiza principalmente para tratar tumores en la glándula pituitaria o cerca de ella. La pituitaria es una pequeña glándula en la base del cerebro, aproximadamente tres pulgadas detrás del puente de la nariz. Produce múltiples hormonas, que controlan diferentes sistemas en todo el cuerpo. La cirugía de la pituitaria puede realizarse sin incisiones visibles. El tipo de abordaje depende en gran medida de la ubicación y el tamaño del tumor pituitario. Un neurocirujano puede acceder y extirpar estos tumores operando ya sea a través de la parte superior del cráneo o a través de la nariz. El enfoque más común es operar a través del seno esfenoidal de la nariz, un enfoque llamado cirugía transesfenoidal. Para realizar la cirugía transesfenoidal, un neurocirujano viaja a través de la fosa nasal o las encías, sin una incisión en la piel. A menudo se denomina cirugía transesfenoidal microscópica o cirugía endoscópica endonasal. Si el tumor es inusualmente grande o se infiltra profundamente en el cerebro, un neurocirujano puede optar por operar a través del cráneo realizando una craneotomía. En este procedimiento, un neurocirujano hace una incisión en el cuero cabelludo y luego quita parte del cráneo para acceder al cerebro.
Figura 1. Enfoque para la disectomía y la fusión cervical
Un tumor que crece en la glándula pituitaria se llama adenoma. Los tumores de la glándula pituitaria se clasifican como funcionales o no funcionales.
Estos tumores secretan niveles anormales de hormonas e interfieren con el proceso normal de regulación hormonal. Estos tumores se comportan de acuerdo a la célula de origen y se nombran por la hormona específica que producen. Por ejemplo, si un tumor se origina en una célula productora de prolactina, se producirá un tumor secretor de prolactina (prolactinoma).
Estos tumores no secretan hormonas. En cambio, crecen hasta que su gran tamaño provoca síntomas como dolor de cabeza, pérdida de visión, vómitos y más síntomas. Los tumores grandes pueden comprimir los nervios ópticos e invadir los senos cavernosos, que albergan las arterias carótidas y algunos nervios craneales.
Los síntomas de un tumor pituitario pueden variar dependiendo de su tamaño y de la función de secreción hormonal; sin embargo, muchos son asintomáticos. Alrededor del 25 % son tumores no funcionales; el 75 % son funcionales. De los adenomas hormonalmente activos, alrededor del 50 % secretan prolactina, el 20 % secretan la hormona de crecimiento, el 20 % secretan la hormona adrenocorticotrópica y el 10 % secretan hormonas múltiples.
La indicación más común para la cirugía son los tumores de la pituitaria. Además, diferentes enfermedades, especialmente otro tipo de tumores localizados en el área de la pituitaria pueden ser tratadas por los mismos principios quirúrgicos de la cirugía pituitaria. Esta es la lista de enfermedades que se tratan con la cirugía transesfenoidal (microscópica o endoscópica):
Figura 1. Cirugía microscópica transesfenópica
Esta es la forma más común de extirpar los tumores de la pituitaria. Transesfenoidal significa que la operación se hace a través del seno esfenoidal, un espacio hueco en el cráneo detrás de las vías nasales y debajo del cerebro. La pared trasera del seno cubre la glándula pituitaria. Para realizar esta cirugía, el neurocirujano hace una pequeña incisión a lo largo del tabique nasal ( o debajo del labio superior (por encima de los dientes). Para llegar a la pituitaria, el cirujano abre las paredes óseas del seno esfenoidal con pequeños cinceles quirúrgicos, taladros u otros instrumentos, dependiendo del grosor del hueso y del seno. Se utilizan pequeños instrumentos y un microscopio para extirpar el tumor (Figura 1).
Figura 2. Cirugía endoscópica transesfenoidal endonasal
Otro enfoque es usar un endoscopio, un tubo delgado de fibra óptica con una pequeña cámara en la punta. Esta es una técnica mínimamente invasiva. De esta manera, la incisión debajo del labio superior o a lo largo del tabique nasal no es necesaria, porque el endoscopio permite al cirujano ver a través de una pequeña incisión que se hace en la parte posterior del tabique nasal (Figura 2). El cirujano pasa instrumentos a través de la nariz y abre el seno esfenoidal para llegar a la glándula pituitaria y sacar el tumor. La posibilidad de utilizar esta técnica depende de la posición del tumor y de la forma del seno esfenoidal. El enfoque transesfenoidal tiene muchas ventajas. En primer lugar, no se toca ninguna parte del cerebro durante la cirugía, por lo que la posibilidad de dañar el cerebro es muy baja. Puede haber menos efectos secundarios, y tampoco hay ninguna cicatriz visible. Pero esta cirugía puede llevar más tiempo, y es difícil sacar tumores grandes de esta manera. Cuando esta cirugía la realiza un neurocirujano experimentado y el tumor es pequeño, las tasas de curación son altas. Si el tumor es grande o ha crecido dentro de las estructuras cercanas (como los nervios, el tejido cerebral o los tejidos que cubren el cerebro), las posibilidades de curación son menores y las posibilidades de dañar el tejido cerebral, los nervios y los vasos sanguíneos cercanos son mayores.
Para los tumores pituitarios más grandes o más complicados, puede ser necesaria una craneotomía. En este enfoque, el cirujano opera a través de una abertura en la parte delantera del cráneo, hacia un lado. El cirujano tiene que trabajar cuidadosamente debajo y entre los lóbulos del cerebro para llegar al tumor (Figura 3). La craneotomía tiene una mayor probabilidad de provocar lesiones cerebrales y otros efectos secundarios que la cirugía transesfenoidal para las lesiones pequeñas, pero es más segura para las lesiones grandes y complejas porque el cirujano puede ver y llegar mejor al tumor, así como a los nervios y vasos sanguíneos cercanos.
Figura 3. Craneotomía para el tumor pituitario
El Dr. Ramírez asistió a la escuela de medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara en Guadalajara, México. El Dr. Ramírez realizó su entrenamiento en Neurocirugía en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en la Ciudad de México
El Dr. Ramiro Pérez asistió a la escuela de medicina de la Universidad de Guadalajara en Guadalajara, México. El Dr. Pérez realizó su entrenamiento en Neurocirugía en el Centro Médico Siglo XXI IMSS y ha estado practicando su especialidad por más de 13 años.
El Dr. Nares asistió a la escuela de medicina de la Universidad de Aguascalientes. Está capacitado para realizar abordajes anteriores y laterales de la columna vertebral desde la columna cervical a la lumbar, así como cirugía mínimamente invasiva.
El Dr. Luis Robles ha practicado la especialidad de neurocirugía durante 20 años. El Dr. Robles es académicamente activo, participa como editor de sección en la revista World Neurosurgery y ha publicado varios artículos en diferentes revistas internacionales de neurocirugía.